Tabú es la historia de un amor imposible y lejano que se reconstruye a base de los retazos de una vida a punto de agotarse; es un homenaje al pasado, que siempre es ficción, y un manual de instrucciones para escapar del presente sin futuro; es ese amigo al que le pides que te cuente una y otra vez la misma historia; es esa historia que, a pesar de estar enterrada, sigue viva en nuestra memoria como un sueño convertido en máquina del tiempo; es el cine que no aporta nada nuevo y que, sin embargo, aunque nos resistamos, nos hechiza y emociona; es lo que queda cuando ya no queda nada: el refugio de la vejez, el consuelo de los desconsolados, la vida rebobinada en sentido contrario a las agujas del reloj.
Si las últimas dos semanas, en Esplendor en la hierba (Elia Kazan, 1961) y en Los Paraguas de Cherburgo (Jacques Demy, 1964), asistíamos en directo a la muerte del amor, en Tabú descubrimos que uno nunca supera del todo la perdida, que a veces, incluso, no se puede pasar página y que, cuando eso ocurre, sólo podemos viajar a ese pasado tan nuestro, que es el único campo de batalla posible para hacer frente al paso inexorable del tiempo.
Tabú se proyectará este martes 26 de febrero a las 20 horas en el Cineclub Chantal de la Ingobernable (c/ Gobernador 39, sala 3.11). ¡Estáis todas invitadas!