La semana pasada disfrutamos de La Famiglia, donde el director italiano Ettore Scola nos introduce de lleno en la cotidianeidad de una familia afincada en una casa de un barrio burgués de la ciudad de Roma, que es donde se desarrolla toda la película. Del mismo modo, The man from earth, se desarrolla en un mismo espacio, y con un modesto presupuesto consigue centrar al público en su trama y sus personajes. En La Famiglia el paso de los años transcurre a través del personaje principal y los de su alrededor, fotografía a fotografía resumiendo 80 años en un film. Sin embargo, Schenkman intenta precisamente lo mismo que Scola, narrarnos la vida del protagonista de The man from Earth, un profesor universitario que decide invitar a su casa a varios compañeros de trabajo para despedirse de ellos y revelarles un fascinante secreto, que en realidad es un hombre de de Cro-Magnon de 14.000 años de edad y que ha conseguido sobrevivir hasta nuestros días. A pesar de que esta película transcurre en una habitación, todos los personajes, y sobre todo Jhon Oldman, nos transportan una y otra vez, a través del tiempo y el espacio, y proponen retos morales e intelectuales que nos harán reflexionar sobre la pequeñez de vida del hombre en la tierra en comparación con la inmensidad de la humanidad a través de los miles de años.
El director es Richard Schenkman (Nueva York, Estados Unidos, 1958), guionista, productor de cine, director de cine y actor ocasional. La historia es la última obra de Jerome Bixby, que en los años cuarenta o cincuenta se le ocurre la idea, pero no es hasta los años sesenta cuando la empieza a escribir y literalmente la termina en su lecho de muerte 1998, dictando la última versión del guión a su hijo Emerson Bixby, también guionista. Después de su muerte, el guión llega a manos de Richard Schenkman a través de un amigo común, el productor de la película Gary Depew.