Si seguimos a Alfonse por estos andurriales, acabaremos en un entretejido de cuentos y relatos que se mezclan y solapan; poblados por bandoleros, gitanos, cabalistas, demonios seductores, miembros de la Inquisición, caballeros en perpetuos duelos de honor, y toda una madeja de personajes herederos de la picaresca española que se irán cruzando en una narración desquiciante de historias dentro de historias: La de Alfonse se interrumpe con la de otros personajes que a su vez se interrumpen con otras historias que les contaron terceros, y así continuamente hasta (quizás) completar el círculo.
Todo en una peculiar España del siglo XVIII de la que son responsables dos miradas extranjeras superpuestas en el tiempo: la del conde Jan Potocki, escritor polaco de densa biografía que escribió el novelón homónimo basándose en sus propios viajes por España; y la de su compatriota Wojciech Has, que adaptó la novela un siglo más tarde con un equipo artístico netamente polaco. De ello resulta una impagable España profunda entre el humor y el horror; oscura, sensual y fantasmagórica (el blanco y negro de noches en las que es de día), llena del Siglo de las Luces pero también de la penumbra romántica que estaba por llegar.
Si la superposición de capas acaba dejándonos una sensación de infinito parecida a la que se llevaba al campo nuestro protagonista de la semana pasada, lo veremos este martes 6 a las 20h, en el Cineclub Chantal, en La Ingobernable.