El héroe al revès.
Es inevitable, al hablar de la película, mencionar que fue una adaptación del libro homónimo de Mario de Andrade escrito en 1928.
Con esta novela no sabemos muy bien si el autor ha realizado un retrato o si él mismo ha creado el Brasil moderno.
La recuperación de una obra mayor de la literatura brasileña dentro del contexto del Cinema Novo a finales de los años 60 no es algo anodino. Tanto en 1928 como en 1969, las dos obras intentan contestar a la pregunta : ¿qué significa ser brasileño?
y la repuesta ya se encuentra en el propio título, el brasileño es un héroe "sem caracter" o sea una persona despreciable. Macunaíma es un anti-héroe, un héroe al revés.
Para empezar, nuestro querido Macunaíma, nace ya formado, adulto y niño a la vez, precoz y retardado.
Perezoso para el trabajo pero listo con las mujeres.
No tiene proyecto de futuro, o al menos no sustenta ningún destino. Entre enfrentarse a la realidad para conseguir algún objetivo posterior o sucumbir al placer inmediato… él siempre optará por la vía fácil.
Su pereza, quizás, también puede ser vista como su rechazo al esfuerzo, como práctica anti-sistema. Me divierte leer en filigrana una versión tropical del “I would prefer not to” de Bartelby, que con esta respuesta indefinida recusa y se distancía del absurdo del esfuerzo capitalista.
Macunaíma tambien lucha contra un jefe capitalista, un ogro moderno –en consonancia europea- para recuperar su amuleto, Muiraquitã, que en las manos del gran propietario adquiere valor de mercado y muestra como un objeto (una piedra) pasa de una representación popular a la colección, al museo…
Quizás la película de Buñuel nos enseñaba un cierto respecto en torno al “misterio”, Carrière y él lo hacen riéndose de las doctrinas que en torno a este se manifiestan. En la constelación de relatos de Via Láctea vemos que el horizonte de misterio se disloca, se desliza a medida que el “progresso” avanza. Un horizonte tapado a veces por la razón y la tecnología, y otras por nubes dogmáticas y fanáticas (el papa fusilado por anarquistas es una muestra de que el fanatismo dogmático no es exclusivo de la iglesia católica). Así, como ver en Vía Láctea una película anti-clerical sería reductor, frente a Macunaíma sucumbir únicamente al exotismo y al pintoresco de la obra, también lo seria.
Sin embargo, tal vez ciertas referencias a los mitos populares y leyendas indígenas, así como su coherencia política, pueden llegar a desconcertar y limitar su recepción fuera de las fronteras brasileñas, pero es muy fácil reírse de su cómico absurdo.
Sus anécdotas, sus historias urbanas y rurales, introducen la idea de que Macunaíma “o heroi de nossa gente”, “o heroi sem caráter puede ser una suerte de representación icónica del Brasil en general, un país que no posee civilización propia.
Al contrario de lo que pasó en otros sitios latinoamericanos, donde los Españoles se encontraban con civilizaciones, ciudades-estado,… complejidades que de cierto modo al ser vencidas, permanecían marcando una cultura. Ya en Brasil el derrotado no resistía y todos los demás que vinieran hacia Brasil fueran trasplantados: los portugueses, los indios y los diferentes pueblos africanos al llegar en Brasil dejaran de ser lo que eran antes y ocupaban nuevas tareas, funciones, formaban culturas hibridas y sincréticas. Como Macunaíma todos pasaban por un proceso simultaneo de deculturación y de aculturación
Con Via Láctea vimos una película que mezcla tiempo y espacio, pasado y presente y este fue el hilo conductor que nos condujo hasta Macunaíma. En esta rapsodia visual, nuestro héroe plagado de contradicciones y ambivalencias camina, pero también se descansa (mucho).