Tengo el placer de invitaros a venir el martes 17 de septiembre a las 20 h, al cine-club Chantal de La Ingobernable (C/Gobernador 39), a contemplar la proyección de la obra maestra de Luis Buñuel "Belle de jour" . Ésta fue recompensada con el Leon de Oro (Venecia, 1964). La película es una adaptación del romance epónimo de Joseph Kessel.
¿Hace mucho que no ves a Catherine Deneuve o a Michel Piccoli? ¿Te gusta la ropa de Yves Saint Laurent? ¿No te gusta la ropa de Yves Saint Laurent y quieres argumentos para justificarlo? ¿Quieres ver como eran los pisos burgueses parisinos de los años 60? ¿Dónde están, los que ahí viven, durante las vacaciones de invierno? ¿Cuales son sus conversaciones? ¿Qué ropa lleva Catherine Deneuve para ir a dormir? Pero sobre todo... ¿qué ropa lleva en sus sueños?
Buñuel te lo muestra todo con imágenes y réplicas surrealistas (¡obviamente!):
—Te quiero.
—Gracias.
En "Belle de jour", Buñuel acompaña las acciones y los pensamientos que disimula Séverine (Catherine Deneuve), una joven burguesa parisina casada con un médico que ama, pero con el cual esta sujeta a un vacío libidinoso. El conflicto entre su amor por él y sus pulsiones interiores reprimidas son escenificadas dentro de una mecánica onírica impactante. Lo real y lo fantasmagórico se mezclan y se hunden el uno al otro.
La semana pasada, vimos la mítica película de David Connerberg "Crash" - en la cual seguimos a un grupo de fetichistas por accidentes de coche y cicatrizes. La insatisfacción sexual crónica de los protagonistas parece llevarlos a procurar siempre más intensidad en sus relaciones carnales. Ese objetivo de alcance de intensidad acaba por llevarlos progresivamente a lo macabro.
En la película de Luis Buñuel hay algo semejante en la frustración de Séverine y en su deseo de sensaciones físicas. Pero, al contrario de "Crash" donde parece que nunca hay obstáculo social en los pasos de los protagonistas (hay una reducción del concepto de intenso a su esencia), en "Belle de jour" el contexto social es muy presente generando normas moralizadoras.
Pero el verdadero punto de conjunción de las dos películas es la cicatriz. Hay que ver la película para comprenderlo…
¡Disfrutad de la película!