En una de las escenas de Chibusa yo eien nare (Kinuyo Tanaka, 1955), cúspide en el duelo de Fumiko Nakajo, un presagio de muerte ocupa la acción. La secuencia tiene lugar en el largo pasillo que conduce a la morgue -operando como juego de espejos y ocularización mortuoria- y cuya rima llegará con el destino trágico de su protagonista. Viendo los paralelismos de la escena con el cine de terror, propusimos títulos y disociamos hasta acabar en Seconds (John Frankenheimer, 1966).
Mañana a las ocho en Chantal, sala 3.11 del C.S. Ingobernable.