La jetée, es una película excepcional, es un ensayo visual y sonoro sobre la naturaleza de la memoria y las imágenes, una suerte de ficción documental en forma de fábula futurista, a partir de la reflexión sobre el declive de la civilización actual y sobre la Historia, apreciándose resonancias de Noche y niebla de Resnais -en la cual participa Marker- los campos de concentración, las atrocidades de la guerra, todo ello en el contexto de la guerra fría y la amenaza nuclear de los años sesenta. Y es una historia sobre la búsqueda del amor que incluye varias referencias explícitas, tanto visuales como narrativas, a Vértigo de Hitchcock.
Resulta muy interesante esta definición de fotonovela que coloca a La Jetée fundamentalmente como narración situada en la encrucijada entre los mundos de la fotografía y el cine, participando de las problemáticas de ambos y proponiendo al espectador la apertura hacia la búsqueda de ese sentido otro, diferente.
Película fundacional y bellísima, resulta un hito en el modo de afrontar el relato y su plasmación en imágenes, imágenes concebidas no como la plasmación de algo que ha sucedido, sino como algo que se ha vivido, como momentos de vida para compartir.